

Nos hemos puesto en marcha para caminar en la emocionante experiencia de ser miembro de la gran familia de Paz y Bien.
Todas las etapas nos hemos unido para compartir y así enriquecernos mutuamente. Hemos rezado, jugado, compartido experiencias e ilusiones…
También hemos tenido muy presente la situación de guerra que nuestro mundo está viviendo y, por ello, nos hemos comprometido a ser constructores de paz, porque «solo podremos vencer al mal a fuerza de bien», como señala uno de los lemas de nuestro movimiento y una actitud que caracteriza a toda la familia franciscana.
Finalmente, hemos puesto este inicio de curso en el corazón de nuestra Madre Santa María de Paz y Bien con el rezo del Ángelus. Que Ella nos ayude a vivir «conmásJesús».
>> Leer la noticia en