LAS HERMANAS FRANCISCANAS DE LOS SAGRADOS CORAZONES
TE INVITAN
A participar en la Eucaristía Conventual y posterior Ceremonia de Bendición del grupo escultórico de Madre Carmen del Niño Jesús, con motivo de la celebración del 125 Aniversario de su Paso a la Vida Eterna.
Esperamos contar con tu presencia en este acto de Bendición el próximo 8 de mayo de 2024 en la Basílica del Monasterio de Santa María de Montserrat.
Bendecirá el grupo escultórico el Rvdmo. P. Manel Gasch, Abad de Montserrat.
Para cualquier consulta puedes contactar por teléfono: 933 954 111 o por email a: 125aniversariomc@gmail.com
HORARIO DE LOS ACTOS
10:00 · 10:30 Reparto de credenciales y entrada a la Basílica de Montserrat.
11:00 · 12:00 Eucaristía Conventual.
12:00 · 12:30 Traslado al lugar de la bendición del grupo escultórico.
12:30 · 13:00 Bendición presidida por el Rvdmo. P. Manel Gasch, Abad de Montserrat.
13:30 · 13:45 Subida al Camarín de la Virgen de Monserrat.
Para las personas que no puedan trasladarse al lugar de la Bendición:
12:45 Virolai. Himno dedicado a la Virgen de Montserrat cantado por la Escolanía.
ACCESO A LA MISA CONVENTUAL
Se accederá a la Basílica con el distintivo de invitación.
La Eucaristía se retransmitirá por internet a través de Montserrat TV.
LOCALIZACIÓN DEL GRUPO ESCULTÓRICO
Grupo escultórico realizado por José Ángel Fernandez Benitez de los talleres ARTEAZNAREZ y emplazado en el «Camí de Sant Miquel», subiendo en dirección a la ermita, justo al lado del monumento a San Francisco de Asís, nada más pasado éste y en el lado derecho del camino.
VOLUNTARIOS
Habrá un servicio de voluntarios, fácilmente identificables, para atender las dudas y necesidades que se les planteen.
BEATA CARMEN DEL NIÑO JESÚS GONZÁLEZ RAMOS
Y LA VIRGEN DE MONTSERRAT
Cartel del 125 Aniversario del «Paso a la Vida Eterna de Madre Carmen».
Su gran amor a la Madre de Dios
La vida de Madre Carmen estuvo marcada por un profundo amor a la Virgen y una gran devoción a Ella aprendida en el entorno familiar.
Acompañaba a su madre en el servicio como ‘camarera’ de la Virgen del Rosario y vivió la veneración de su padre a la Virgen del Socorro a la cual dirigió su última mirada y el último suspiro.
El centro de su vida
Este amor profundo a la Virgen siempre estuvo unido a su gran devoción a Jesús en la Eucaristía.
Desde su niñez era bondadosa, cordial, sabía restablecer concordia entre las personas, vivía el espíritu de penitencia, prescindía de lo superfluo para darlo a los pobres y enfermos a los que socorría, visitaba y servía ayudando en sus propias casas.
Como Fundadora
La Congregación religiosa de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, fundada por ella, lleva el título y el espíritu del Corazón de María del cual aprenden la caridad que es amor y entrega, la sencillez en la forma de vida y la disponibilidad a la voluntad de Dios.
Proyección evangelizadora
Madre Carmen inició una Congregación con misión universal:
«Cuando miro el cielo, se aumentan mis deseos de ir por esos mundos a enseñar a los hombres a conocer y amar a Dios».
Fundada la Congregación en 1884, pasado el tiempo de formación y profesión de las primeras hermanas, se había logrado un número de religiosas que favorecía la deseada expansión apostólica en favor tanto de la enseñanza, como de la atención a los pobres y a los enfermos especialmente a los más necesitados.
Antes de finalizar este año 1886, a tan solo dos años de la fundación de la Congregación, Madre Carmen llegó a Castilla y a Cataluña.
Madre Carmen, en la última de las fundaciones de las Casas que pudo hacer como Superiora General, 1893, se acogió a la Virgen María de Montserrat, al establecer en sus pies la comunidad de ‘Santa María del Puig’ en la Colonia obrera Sedó. Con la Madre de Dios coronaba sus obras.
Le hemos oído decir
Nos repetía palabras de devoción y amor a la Virgen María, como son:
«¡Madre mía del Socorro!»
«¡Virgen Santísima, hacerme amar Jesús!»
«Os recomiendo, hijas, la devoción y la propagación del Sacratísimo Corazón de Jesús y del Purísimo e inmaculado de María. Hagan conocer y estimar a todos a esta Santísima Madre y Clementísima Reina. Muy especialmente, en la imitación de sus virtudes tiene que sobresalir y resplandecer el amor que le profesamos como hijas de su Purísimo Corazón».
Beata Madre Carmen del Niño Jesús