Retiro-convivencia con jóvenes víctimas de la droga

FUE NOTICIA… 26 de julio de 2009 ESTELÍ, Nicaragua
La fraternidad de jóvenes Paz y Bien de Estelí, realizamos un retiro-convivencia con los internos de «HOGARES CREA» de está ciudad, en su mayoría jóvenes menores de 25 años víctimas de la droga.
“Cuando miro al cielo se acrecientan mis deseos de ir por esos mundos a enseñar a los hombres a conocer y amar a Dios” (Madre Carmen).

El legado de Madre Carmen se fortalece en medio de la sociedad y desde la realidad concreta de cada pueblo en donde sus hijas espirituales, las Hermanas Franciscanas están presentes, prueba de ello es el retiro-convivencia que la fraternidad de jóvenes Paz y Bien de la ciudad de Estelí, realizamos el día domingo 26 de julio con los internos de «HOGARES CREA» de está ciudad, siendo en su mayoría jóvenes menores de 25 años, todos victimas de flagelo de la droga.

La actividad dio inicio a las 10:30 de la mañana, culminando a las 4:00 de la tarde con una breve pero emotiva oración. Pese a que en la casa hogar los internos difieren en edad y religión, todo se dio en un maravilloso ambiente de respeto.

Por la mañana desarrollamos el tema que fue el centro de todo el trabajo realizado: “el amor de Dios”, aterrizando a su realidad como personas en un proceso de rehabilitación, fue un verdadero aporte de experiencias e ideas de ambos lados.

Después de un humilde y delicioso almuerzo y algunas dinámicas que ahuyentaron el sueño de la tarde, retomamos nuestra temática pero ahora desde la llamada de Dios, tema que se presentó desde la siguiente interrogante:

A qué te llama Dios en este momento de tu vida, desde tu proceso de rehabilitación.

Ambos temas eran dialogados con todo el grupo, luego el aprendizaje y la experiencia vivida en cada uno de ellos eran recogidos desde pequeños grupos.

Al finalizar la jornada en el momento de la oración se hicieron presentes nuestras queridas Hermanas Franciscanas para apoyarnos, hermana Visitación y hermana Juanita.

Esta fue una experiencia maravillosa, cívica, enriquecida y en definitiva una bendición de Dios alcanzada por la intersección de Madre Carmen.

Como los mismos muchachos internos nos lo expresaron fue un día, de incalculable ayuda en su proceso de recuperación, fue como un oasis de paz en medio del sufrimiento causado por la droga.

Para nosotros, los miembros de la fraternidad que compartimos con ellos, fue una gracia maravillosa del Padre, un día de mucho crecimiento, las palabras se quedan cortas al querer describir nuestros sentimientos, por ello que con verdadera gratitud podemos decir: “Bendito sea Dios que tanto nos ama”.

Podéis ver desde aquí algunas fotografías del encuentro…Y si tienes una cuenta de correo de G-mail puedes escribir comentarios en las fotografías.