Primera reunión de 2018 en el Colegio Cristo Rey

Os queremos hacer partícipes a todos de nuestra reflexión de inicio de año.

Elevemos nuestras oraciones a Dios y supliquemos abundantes bendiciones para todos nosotros, nuestras  familias, nuestro pueblo Dominicano y el mundo entero.

Hoy como grupo de Paz y Bien, nos reunimos hermanos todos a cuatro días de iniciar el nuevo año 2018, y damos gracias a Dios por todo lo que nos ha permitido vivir y sabemos que nos permitirá seguir viviendo juntos. Con San Pablo decimos «en acción de gracias entonamos himnos de alabanza y la paz de Dios que sobrepasa todo conocimiento inundará nuestros corazones».

Bienvenido año 2018, te esperábamos con fe, en el corazón, el alma, la mente, la voluntad y todo nuestro ser, abiertos siempre a la luz, la esperanza, la alegría, la paz, la gratitud, y el Amor, porque sabemos que «quien ama conoce a Dios, porque Dios es Amor».

Bienvenido Año 2018, te esperamos en familia, en fraternidad, con corazón valiente y ánimo decidido para seguir creciendo en el conocimiento de tu palabra y afianzando nuestra sociedad llenándola del Amor de Dios. Con nuestro lema de paz y bien, luchando contra el mal solo con el bien.

Bienvenido Año 2018, te esperamos en comunidad Franciscana, como bien decía San Francisco de Asís, en esta frase: «La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos.»  Porque la vida tiene propósito, cuando abrazamos los ideales cristianos  y la generosidad solidaria, por el bien común.

La honra, la gloria y las alabanzas sean siempre dadas a Jesucristo, nuestro Rey y Salvador, a nuestro buen Padre Dios y al Glorioso Espíritu Santo. Que la Trinidad Santísima continúe haciendo caer del cielo bendiciones para todos Nosotros.

Gracias a las Hermanas Franciscana y de manera especial a nuestra guía espiritual Sor Altagracia Villa y en ellas damos gracias  a Madre Carmen que nos trajo hasta aquí, y hagamos nuestra esta frase de ella: «Renovemos frecuentemente nuestros deseos de perfección y trabajemos por conseguirlos», hoy agrademos a cada hermano aquí presente por su ternura y trabajo, empeño y dedicación, que en todo momento nos sigamos acompañando, orientados como decía Madre Carmen en otra de sus frases a sus hermanas: «Os recomiendo a todas que procuréis vivir en la presencia de Dios y en continua oración» porque haciendo esto es la única manera de vivir en paz y bien con los demás, optemos siempre por la vida, trabajemos juntos desde nuestras familias como pequeñas células sociales por nuestro país afianzando el progreso material, pero agigantando el progreso espiritual.

Venimos en este año 2018, con más Fe y llenos de Amor, porque si nos continuamos llenando de esa Gracia y de esa Gloria que viene de Dios, es la única manera que podamos dar de lo que estamos llenos. Sin olvidar esta otra frase de San Francisco de Asís que dijo:

«Cuando el servidor de Dios es visitado por el Señor en la oración con alguna nueva consolación, antes de terminarla debe levantar los ojos al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: «Señor, a mí, pecador e indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro.» Y también: «Señor, arrebátame tu bien en este siglo y resérvamelo para el futuro.» Así debe ser, de modo que, cuando salga de la oración, se presente a los demás tan pobrecito y pecador como si no hubiera obtenida ninguna gracia nueva. Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar más.» 

Paz y Bien.