En todos los colegios de Madre Carmen vivimos el mes de abril con corazón de Madre

El primer día de la semana, salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Cf. Jn 20, 1-10

Supe desde el primer momento que resucitaría, supe que estaba vivo y viviría. No sospechaba cómo, pero estuve siempre segura de su nuevo abrazo. Por eso en la mañana del domingo lo sentí vivo. Y es que, ya era inmortal en mí antes de serlo.

Noté que Dios se hacía presente en mí, poco a poco, dulcemente. Con amor de esposo, con amor de padre y aun casi con amor de madre, me tranquilizaba y me pedía paciencia. 

«TODO VA BIEN», NOTABA QUE ME DECÍA; «SIGUE TENIENDO FE EN LO QUE NUESTRO HIJO TE HA DICHO; YA FALTA POCO», SUSURRABA A LOS OÍDOS DE MI CORAZÓN.

Mi oración solo podía ser una; ahora solo sentía la necesidad de darle gracias. «Gracias por haberme permitido ser su madre y disfrutar de Él tantos años. Gracias porque Él me ha enseñado a llamarte Padre. Gracias porque pude alimentarle, abrazarle, protegerle y educarle. Gracias porque pude sacrificarme por Él, luchar por Él, sufrir por Él. Gracias porque sé que está vivo…»  

V/ Reina del cielo, alégrate.
R/ ¡Aleluya!  

V/ Porque el Señor, a quien has merecido llevar. 
R/ ¡Aleluya!

V/ Ha resucitado, según su palabra. 
R/ ¡Aleluya!

V/ Ruega al Señor por nosotros.
R/ ¡Aleluya!

V/ Goza y alégrate, Virgen María. ¡Aleluya! 
R/ Porque verdaderamente ha resucitado el Señor. ¡Aleluya! 

Oración: 

¡Oh, Dios!, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar al gozo de la vida eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

V/ El auxilio divino permanezca siempre con nosotros. 
R/ Amén.