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¿Has pensado si te gustaría ser un verdadero superhéroe?
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¿Te has parado a pensar cuáles son los dones que te hacen especial, diferente a los demás?
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¿Eres consciente de que Dios te los ha regalado; que no responden a ningún mérito o elección por tu parte?
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¿Te vas dando cuenta de que te han sido dados para que los demás puedan beneficiarse de ellos?
¿Crees que es importante encontrar tu lugar?
No es que no te lo pases bien en muchas ocasiones, si no que sientes que te falta algo, que lo que haces, vives, proyectas, no está a todo color. Puede parecer a veces que la rutina de cada día no lleva a ninguna parte… Esto es que aún necesitas descubrir tu lugar en el mundo.
Estamos hechos para algo ¡y queremos proponerte encontrarlo!
Cartelera de estreno
Seguro que alguna vez has pensado que te gustaría ser un superhéroe. Quizá por la fama,
por las ventajas de tener superpoderes o para aparecer en los cómics y películas de todo el mundo. Pero, ¿has pensado que tienen en común Batman, Superman y Wonder Woman?
No me refiero a poder volar o a tener mucha fuerza. Fíjate en su actitud. Eran personajes muy normales que fueron elegidos para luchar contra el mal y servir a los más necesitados. Ni siquiera ellos querían ser superhéroes, solamente pusieron sus dones al servicio de los demás.
Pero Jesús NO es un superhéroe. Jesús es MUCHO MÁS que eso. Él es quien te está eligiendo para que tú luches por los que no pueden luchar. Te llama para que te pongas en camino y compartas tus dones con los demás.
Porque un superhéroe no es aquel que quiere serlo. Para ser un verdadero superhéroe debes mostrarlo con tu forma de actuar en cada momento. En tu día a día, con tus acciones. No hace falta ponerse una capa ni esperar a lanzar telas de araña. Puedes empezar a serlo ya mismo.
248. […] La palabra «vocación» […] incluye el llamado a la vida, el llamado a la amistad con Él, el llamado a la santidad […] Sitúa toda nuestra vida de cara al Dios que nos ama, y nos permite entender que nada es fruto de un caos sin sentido, sino que todo puede integrarse en un camino de respuesta al Señor, que tiene un precioso plan para nosotros.
252. Porque «la vida que Jesús nos regala es una historia de amor, una historia de vida que quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno. Esa vida no es una salvación colgada “en la nube” esperando ser descargada, ni una “aplicación” nueva a descubrir o un ejercicio mental fruto de técnicas de autosuperación. Tampoco la vida que Dios nos ofrece es un “tutorial” con el que aprender la última novedad. La salvación que Dios nos regala es una invitación a formar parte de una historia de amor que se entreteje con nuestras historias; que vive y quiere nacer entre nosotros para que demos fruto allí donde estemos, como estemos y con quien estemos. Allí viene el Señor a plantar y a plantarse».