Unas breves pinceladas de mi vida junto a Él…

Septiembre de 2009 1.ª Fraternidad. Colegio Virgen Niña, Valladolid
Hola amigos, mi nombre es Esther y quiero haceros partícipes de mi experiencia de vida en Paz y Bien…
“Señor, no me desampares, porque si Tú estás conmigo, todo será más fácil. Todo será diferente”.
Hola Esther, háblanos un poquito de ti: cómo te llamas, cuántos años tienes,
de dónde vienes…

Hola, me llamo Esther, bueno: Chavellot Esther de la Cruz Popa. Tengo 16 años y vengo de San Cristóbal, en República Dominicana.
¿Vives con tu familia? Háblanos de ella.
Sí, con mis padres y mis hermanos. Somos tres. Mi familia es amable y comprensiva. Me relaciono con ellos cada día y comparto con ellos mis alegrías y mis sufrimientos. En ellos puedo depositar toda mi confianza porque me escuchan, me apoyan en los momentos difíciles y sé que siempre estarán a mi lado para lo que les necesite.

Es cierto que a veces, nos enfadamos. Bueno, en realidad, se enfadan mis padres conmigo y con mis hermanos, porque como adolescentes que somos, a veces, hacemos cosas que creemos que están bien y son lo mejor para nosotros y luego resulta que no es así. Pero para esos están nuestros padres, ¿no? Para enseñarnos, corregirnos con cariño, ayudarnos, aconsejarnos…

Una gran parte de mi familia permanece en Santo Domingo. Los quiero mucho a todos y los echo mucho de menos.

Esther, ¿cuándo conociste al Señor?
Desde mi infancia, mis padres y toda mi familia me hablaban del Señor: que si vino al mundo para salvarnos, que pasó por el mundo haciendo el bien, enseñando y curando a los enfermos, que nos quería tanto… que murió por nosotros en la cruz… Pero así, conocerlo en profundidad, como cuando conoces al que será tu “mejor amigo o amiga”, estoy segura que fue cuando tenía 13 años. No recuerdo ni el día ni la hora pero lo que sí recuerdo es que en un momento determinado yo me sentía muy triste porque echaba de menos a mi madre que se había venido aquí a España por un par de meses. Y aunque me llamaba todos los días, no era lo mismo hablar con ella por teléfono que tenerla a mi lado. Fue muy duro para mí porque mi madre no se había separado de mí nunca, tanto tiempo.

También recuerdo que era de noche y que no paraba de repetir estas palabras: “Señor, no me desampares, porque si Tú estás conmigo, todo será más fácil. Todo será diferente”. Y un ratito después de repetir estas palabras sentí algo en mi interior, que no soy capaz de describir con palabras, pero ese “algo” hizo fortalecer mi fe y sentir una paz muy, muy grande.

¿Cómo vives tu fe aquí en Valladolid?
Actualmente pertenezco a dos grupos cristianos. Uno de ellos es de la catequesis de preparación al Sacramento de la Confirmación y luego, post-confirmación y el otro es el Movimiento Paz y Bien, llevado pro las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, en el que además de pasármelo superbien, aprendemos muchas cosas que luego puedo compartir con personas que piensan como yo o bien darlo a conocer a los que piensan diferente o viven de otra manera.

Yo, personalmente, he vivido una profunda experiencia de vida en Paz y Bien. He aprendido muchas cosas tanto de mi animadora como de los miembros de mi fraternidad. Y lo más importante, me ha ayudado muchísimo a acercarme al Señor.

Una de las cosas que más me gusta de este movimiento son sus lemas, porque de una forma u otra han influido en mi forma de ser, de pensar, de actuar, de rezar… Estos son mis favoritos:

“Seguimos a Jesús”

“Somos más que amigos, somos hermanos”.

“Nada pasa por casualidad”

“Somos gente de paz que lucha contra el mal sólo con el bien”.

¿Cuándo te enteraste que no estabas bautizada?
Hace unos nueve meses y todavía recuerdo el mal rato como si fuera ayer.
¿Qué provocó esto en ti?
Intranquilidad, porque empecé a pensar que había estado actuando como una persona bautizada: iba a misa, comulgaba, me confesaba… y al no estarlo… Pero nada, al comunicárselo a personas que sabía que podía contar con ellas y que me iban a ayudar, me explicaron que la Iglesia es “madre” y que tiene soluciones… Así que con mi animadora, hablamos con el director del centro de espiritualidad, él nos ayudó a preparar espiritualmente mi bautismo; hablamos también con nuestro párroco y me sentí muy acogida. Y hablamos también con D. Braulio, y me quedé sorprendida por su acogida y cariño: “verdaderamente es un buen pastor”.
¿Cómo has vivido la preparación para tu Bautismo y Confirmación?
Con mucha ilusión y entusiasmo y muy contenta de que mi fraternidad junto con mi animadora de Paz y Bien, me hayan acompañado en este paso tan importante para mí. Estaba deseando que llegara ese día. Y por fin llegó: 25 de abril. En la parroquia del Carmen recibí mi bautismo y mi confirmación de manos de D. Braulio.

Después, mi grupo de Paz y Bien con gente así más allegada nos fuimos a cenar para celebrar mi Bautismo y Confirmación y la Confirmación de Alba, otra chica de mi fraternidad.

A continuación nos fuimos al cole: y allí tuvimos una vigilia de oración hasta bien entrada la madrugada. Y después estuvimos jugando y viendo una peli. Nos acostamos a las 7 de la mañana, pero a las 9, ya estábamos de pie, para recogerlo todo y poder ir a la parroquia a animar con nuestros cantos la Eucaristía de los peques de la catequesis. Jamás olvidaré un día tan maravilloso: “GRACIAS JESÚS”.

Me gustaría terminar esta entrevista, bendiciendo al Señor por tanto cómo he recibido de Él, y quiero hacerlo con una jaculatoria que repetía mucho Madre Carmen del Niño Jesús y que nos enseñan en nuestro cole y en Paz y Bien, y con otra al Corazón de Jesús:

“¡Bendito sea Dios que tanto nos quiere!” “Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío”

Esther Chavellot de la Cruz Popa