No se ve bien sino con el corazón… lo esencial es invisible a los ojos. Ya lo decía el Principito.
Saber mirar es saber amar. Hay miradas de muchos tipos: de amor y de indiferencia; de disponibilidad para comprender y de rechazo; de diálogo y de silencio…
¿Cómo se miran los amigos? Se miran a los ojos para ver el corazón y desde ahí, al otro tal cual es. Se miran con ojos limpios, llenos de sencillez y transparencia, dejando ver sus heridas y descubriendo, a la vez, las heridas en el corazón del otro.
La mirada de quien te quiere bien cierra los ojos a los defectos ajenos, interpreta favorablemente las acciones, excusa la intención cuando no puede justificar la acción.
Seamos de esos amigos que miran con los ojos y ven conmáscorazón.
- Al mirar, ¿cómo descubro que es la mirada de Jesús sobre mí y sobre los demás?
- Al mirar, ¿intento hacerlo como lo haría Jesús?
- Mirar…, ¿podría hacerlo con más corazón? ¿Cómo?
Señor, Tú estás aquí, entre nosotros. Fija tu mirada sobre mí y dime qué debo hacer; de qué forma debo llorar mis errores y mis pecados; con qué valor debo ir hacia adelante por el camino que recorriste primero.
Que fije mi mirada en Ti, de tal modo que quien me escuche, Te oiga; y quien me busque, Te halle.
Que quien me encuentre Te abrace, y quien me mire, Te vea. Amén