HUMILDE CARPINTERO, EL MUNDO ENTERO TE MIRA Y SE PREGUNTA

La Iglesia entera reconoce en San José a su patrono y protector.

A lo largo de los siglos se ha hablado de él subrayando diversos aspectos de su vida: la obediencia total a los planes de Dios; su entrega y abnegación en el cuidado de Jesús y María; su gran humildad, hecha silencio, y su extraordinaria fidelidad a la misión que Dios le había confiado.

Durante todo el mes de marzo, comenzamos nuestras tareas con el ofrecimiento al Señor de nuestro día y  la oración a San José pidiendo que custodie nuestra vocación y la de tantos jóvenes que en diferentes seminarios y noviciados se preparan para entregarse al Señor.

El día de su fiesta, lo acompañamos con toda la Comunidad de Hermanadas meditando los dolores y gozos que experimentó aquí en la tierra.