Fraternidades de Adultos de Antequera peregrinan a Fatima

Desde el primer momento una finalidad nos hizo ponernos en camino: consagrarnos en Fátima, lugar de las apariciones de la Santísima Virgen del Rosario, a su Inmaculado Corazón y pedir por la paz del mundo.

Hemos peregrinado juntos, en fraternidad, y nos hemos sentido verdaderos hermanos en la fe.  Al llegar al final de nuestro destino nos sentimos acogidos maternalmente por nuestra Señora en su santa casa.

Podemos decir con verdad, que en todo momento el corazón maternal de nuestra Madre ha estado pendiente de nosotros. La hemos sentido como una Madre solícita acompañándonos en nuestro peregrinar: Para ello, la misma tarde que llegamos nos puso en el camino a un guía que nos acompañó en todo momento y que además de documentarnos con sus explicaciones, nos exhortaba  continuamente a amar a María y a ser portadoras de ése amor. Jaime Vilalta, es de la tercera orden franciscana, periodista de Radio María. Desde aquí le agradecemos las atenciones que ha tenido con nosotros todos esos días.

Cuando nos despedíamos de Fátima, se nos dijo que al igual que los Reyes Magos al encontrarse con Jesús en el Portal regresaron por otro camino; de la misma  manera, nosotros, después de habernos encontrado con el Corazón Inmaculado de María y con su amor misericordioso, teníamos que regresar por otro camino.

Este camino no es otro que el que nos indica la Senhora: La Virgen de Fátima es la Virgen del perdón y de la misericordia. Eso vino a anunciar. Por ello nos invita a llenarnos del Espíritu, a ser hombres y mujeres de espíritu, sin miedo a los ataques de este mundo, con un verdadero empeño por alcanzar  la santidad y dar testimonio del Amor de Dios.

Os invitamos a todos a vivir el Mensaje de Fátima: la Virgen, en ése lugar el 13 de mayo de 1917, llamó la atención al mundo a través de tres niños, invitaba y continúa invitándonos hoy, y con urgencia, a la conversión, a la penitencia y a rezar el Rosario.

María, al aparecerse en Fátima a los tres pastorcitos, abrió en el mundo un espacio privilegiado para encontrar la misericordia divina que cura y salva. En Fátima, la Virgen Santísima invita a todos a considerar la tierra como lugar de peregrinación hacia la patria definitiva que es el cielo.

En esta año de la fe, agradecemos a María la oportunidad que nos ha ofrecido y le pedimos que nos ayude a  reconocer su papel en el Misterio de la salvación y a amarla e imitarla.