En todos los colegios de Madre Carmen vivimos el mes de enero con más Jesús

Jesús tiene un corazón que nos ama y en el que cabemos todos. En él nos sentimos seguros de ser elegidos, acogidos, comprendidos y amados tal y como somos: con todas nuestras limitaciones y pecados.

El Corazón de Jesús nos muestra que no tiene límites…

no se cansa y nunca se da por vencido. En él encontramos la fuente del amor fiel que nos cura, sana y hace libres; en él descubrimos que Jesús nos ama «hasta el extremo»; está inclinado hacia nosotros, en especial hacía el alejado de este amor por la indiferencia o el pecado; es un amor que desea llegar a todos y no perder a nadie.

Testimonio de Sofía Carreón

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Corazón de Jesús, que sobreabunda de amor divino y humano: concédeme tu mirada, para que me pueda ver a mí y a los demás como Tú nos ves, como Tú nos sueñas. Continúa en mí la historia de amor que un día comenzaste a escribir en mí y a través de mí.

>> Leer la noticia en