Día 4 · Novena a la Inmaculada Concepción · En camino con María

Puedes descargar desde aquí el archivo pdf con el día 4 de la novena o rezarla desde el blog. 

Oración: Bendita sea tu pureza…

Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A Ti celestial Princesa, Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco, en este día, alma vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes,
Madre mía. Amén.

Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió.

Lc 24, 21
Seguían contándole. Él seguía escuchándoles con paciencia. Ahora le mostraban sus esperanzas. Esperanzas que creían frustradas. No alzaban la mirada. Solo hablaban de su confusión, de su desesperanza. No llegaban a comprenderlo todo. Reflexionaban desde sus propias limitaciones: liberar a su pueblo de tanta opresión como habían vivido en distintos momentos. ¿Pero era esa la libertad que esperaban?

Amigo: ¿cuántas veces tratas de querer tenerlo todo controlado desde tus propias capacidades humanas? Y entonces… te das cuenta de que hay situaciones y realidades que te desbordan, y no encuentras claridad para dar respuesta. Y cuando esto te pasa: ¿qué haces? ¿te vuelves del camino andado? ¿o te preguntas de nuevo qué esperabas?

La joven Inmaculada María, te muestra el camino de la esperanza. No quiere que te vengas abajo, ni vuelvas hacia atrás sin rumbo, sin destino. María quiere que busques en tu interior con paz y descubras el verdadero sentido de lo que buscas y por lo que caminas. Ella te lleva a Él, y te ayuda a replantearte qué estás buscando.

 

Pisa fuerte y deja huella

Ahora, te invito a un momento de silencio,
a que reces la oración de la Inmaculada Joven,
y un Ave María.

Oración: La Inmaculada Joven

María Inmaculada,
Madre joven y 
Madre de la juventud.

Acoge las oraciones de 
todos los jóvenes que 
nos ponemos ante Ti.

Acoge nuestras dudas, 
acoge nuestras dificultades,
acoge nuestra fe.

Somos la esperanza en el presente de la Iglesia,
somos el rostro que tiene que hacer visible
la misericordia de Dios en nuestro mundo.

Si Tú nos acompañas, 
no caminaremos nunca solos.
Gracias, Madre.

Amén

Puedes descargar desde aquí el archivo pdf con la oración: «La Inmaculada Joven».


Textos de Raúl Tinajero