La fama de martirio de la madre Carlota, difundida en la comunidad eclesial y en la Congregación, era una constante, y se deseaba que llegara el momento en el que se pudiera iniciar su causa de beatificación y canonización. Siguiendo las orientaciones eclesiales recibidas y tras los pasos previos, el día 25 de enero de 2007 se iniciaba en la curia eclesiástica de Barcelona la fase diocesana de la causa, en la que se incluía a la madre Carlota junto con otros quince “Siervos de Dios”, todos ellos mártires de Jesucristo durante la persecución religiosa de los años treinta del siglo XX en España, como documentaban las investigaciones llevadas a cabo para cada uno de ellos. Pertenecían a las congregaciones religiosas: San Pedro ad Víncula, Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones y había también tres laicos.
El 26 de noviembre 2010 en la sala noble del Palacio Episcopal de Barcelona, se celebró el acto de clausura del proceso diocesano para la beatificación de 16 presuntos mártires.
El Santo Padre Francisco, una vez recibidas las conclusiones positivas de los precisos estudios llevados a cabo en la fase romana, el 18 de diciembre de 2017, autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos que promulgase el “Decreto sobre martirio” y decidió que el rito de la beatificación se celebrará el día 10 de noviembre de 2018 en Barcelona, España.
En el bello y catequético marco de la Basílica de la Sagrada Familia fueron proclamados beatos dieciséis mártires, fieles testigos del Señor. De la Congregación de San Pedro ad Vincula, nueve religiosos: Teodoro Higuera del Olmo (Cirilo), sacerdote, y los hermanos Joaquín Gómez Peña (Jacinto), Máximo Franco Ruiz (José), Joaquín José Puente González (Joaquín), Bernardo Puente González (Emilio), Estanislao de Kostka Tajadura Marcos (Ismael), Angel de la Iglesia Ocina (Ángel), Ricardo Guerra Vallaizán (Albino), Acacio María Calleja Santamaría (Acacio). Los tres laicos eran Gregorio Díez Blanco, Camila Díez Blanco y Eliseo Moradillo García, que habían acogido y ayudado a los religiosos. De la Congregación de las Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, la religiosas Andrea Solans Ballester (Ramona), María Auxilio Noguera Manubens (Josefa) y Patrocinio Vilanova Alsina (María). De la congregación de Hermana Franciscanas de los Sagrados Corazones, la religiosa Carlota de la Visitación Duque Belloso (Baudelia). Eran los mismos dieciséis Siervos de Dios de los que se había iniciado la causa diocesana aquel veinticinco de enero de 2007 y juntos fueron beatificados el 10 de noviembre de 2018.
En el grupo se podía observar unas diversas vocaciones unidas en un testimonio de fe hasta el martirio. La diversidad de carismas religiosos, de testimonio laical y de sacerdotes, ofrece un testimonio cristiano común. Una disponibilidad para vivir hasta el fondo su fidelidad a Cristo y a la Iglesia los acompañó en aquel terrible período de persecución y se manifestó en gestos y palabras que subrayan su testimonio: una fe límpida, una caridad sincera, una esperanza inquebrantable que sostienen su mansa fortaleza. Ellos nunca renegaron de su condición de creyentes, de religiosos y de sacerdote y se prepararon conscientemente para ir al encuentro de la muerte.