Busco algo más… «Y… ¿si dejo que la mirada de Jesús se fije en mí?»

Con Jesús…

Comentario


A veces, cuando vamos y venimos, nos hacemos preguntas importantes 
que buscan respuestas en nuestro interior. ¿Te ha sucedido algunas veces? Jesús se ha despedido de su madre, ha dejado Nazaret; cambia de vida. Deja su familia, su hogar su trabajo, para empezar su vocación de tender la mano y proclamar el amor de Dios. Pero no lo puede hacer solo, necesita compañeros que le ayuden, formar un grupo, ser un equipo con el mismo empeño.

En el evangelio Jesús pasea por la orilla del mar de Galilea. Durante su paseo se fija en cómo pescan unos pescadores. Seguro que también escuchó sus palabras y se dio cuenta de sus gestos y actitudes. Al cabo de un rato les propone formar parte de su equipo y pasar a ser pescadores de hombres. ¿Qué debieron ver en Jesús para dejarlo todo y seguirle?

Oración

Jesús también yo quiero verte pasar por la orilla del mar de mi vida; también yo, como tus amigos Simón y Andrés, deseo escuchar tu invitación. Hoy quiero hablar contigo y decirte:  

  • No tienes manos. Tienes solo nuestras manos para construir un mundo más humano.
  • Jesús, no tienes pies. Tienes solo nuestros pies para acercarnos a quienes esperan ser acogidos y acompañados.
  • Jesús, no tienes labios. Tienes sólo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia del Evangelio.

Jesús, danos tu fortaleza para desarrollar nuestras capacidades y hacer bien todas las cosas.

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