«A ritmo de Tu Palabra». Recordamos y reflexionamos el Evangelio del XXV Domingo del Tiempo Ordinario (A)

Del Evangelio según San Mateo (Mt 20, 1-16)

En el Evangelio de este domingo, Jesús nos revela qué distinta es su lógica de la nuestra y cuánto la supera. En su viña hay espacio para todos y cada hora puede ser la correcta.

Nos reconocemos entre los obreros que han aceptado la invitación de la primera hora, pero ¿cuál puede ser la llamada que el Señor nos reserva para la última hora?

Yo también, Jesús, como esos trabajadores, pretendo imponer a Dios mis criterios de remuneración, mi concepto de justicia en el que no hay mucho lugar para lo que es gratuito. Sí, Señor, es como si me hubiera merecido del todo esa alegría y esa plenitud que son sólo Don de Tu Bondad. Amén.

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